Cosas que nunca quise decir

Dulce ha sido el cuento que creíste
( Y como ha dolidon )
He acariciado la conciencia del desierto en mi melancolía, mientras que tu rostro se convertía en arena.
No quiero que comiences a ver detrás de mis pasos los antídotos al dolor de mí
cabeza.
No es tan fácil acabar con mi mal humor y con las ansias del deseo.
Estoy cansándome de escribir acerca de mis dolores
de cabeza y de la cordura de mi realidad.
No es cierto que trato de llorar para hacer reír al mundo,
es más difícil de lo que crees conquistar la atención de una audiencia que se despedaza y se duerme ante mis pastillas y mis ideas de amaneceres y atardeceres.
Mi bosque se quema y las llamas me carbonizan el alma,
mi mañana está tan herida que sangra a cada respirar,
pero no me culpes de todos los problemas que te he causado, ahora es cuando empiezo a mejorar.
He sido buena y me cansó de serlo.
Cuando todos quieren que sueñe con los cielos creo que deberías caminar en mis zapatos.
No es viable convivir conmigo.
Me encierro en mi calabozo antes de que me dejes caer en el pozo:
te ruego que no desates tus odios en mi castillo, no quiero limpiar el desorden de mi cabeza, de mis caminos y de mi conciencia.
A veces quiero cambiar de vida y ser tan simple como tú
(Me entusiasma los esfuerzos que haces para entender mi mundo y para deducir lo que me mata de risa)
No puedo huir de mis fantasmas. Me persiguen. Me atan. Me lloran. Me matan. Me reviven y comienza todo de nuevo.
Te daría mis madrugadas para que las coleccionaras e hicieras con ellas una pizarra con mis cartas y mis fotos.
No soy lo que esperas que sea.
Dejo de querer para poder volver a caer en un final incomprensible donde siempre trato de gritar, pero termino leyendo mi historia una vez más
repitiéndome al oído palabras que nunca entendí, que nunca desee entender...
Quiero que todo deje de dolerme. Que mi piel sea compartida con la tuya.
No quiero hacerte llorar y ponerte en el filo de mi espada,
acabar con tus pasiones y carcomer el rincón dormido de tú desfigurada realidad.
(Acabe de perder mis bosques para convertir mi infierno en un cielo)
Tratas que todo sea perfecto, pero no lo es.
No lo soy. No lo seré.
Tomo los antídotos de mi acabada espera, pero no logro hallar la vocación de mis manos y mis ojos se cansan de dibujarle al augurio un mejor camino para empezar a
querer.
Creo en lo que no me dicen los agüeros,
en lo que se calla el viento.
Estigmatizó mi vida
y mató las estrellas y los monumentos que le haces a mi boca.
No vivo una vida, vivo más que la tuya, encierro más que la tuya, camino más que la tuya, como más que la tuya, destruyo más que la tuya, amo más que la tuya,
soy más que la tuya.
(Me da miedo ser así)
La muerte corre y se esconde detrás de mi cama,
me sonríe, me seduce y de vez en cuando me muestra la calzada del amor...
La tormenta es fuerte y veo que no podré caminar en la oscuridad de mi alba.
Ya no puedo llorar, hace mucho que se me agotaron las lágrimas
y que mi corazón se secó para convertirse en un soldado ahogado y pálido que no captó la forma de salir del sol.
Corre con mis esperanzas. Escóndete de mis soldados.
Me quedaré en tú mente todo el tiempo, pero acabaras deseando sacarme de tú hogar y esconderme en tus maletas
meterme en el vagón de tus secretos y arruinar mis recovecos.
He perdido mi hogar y ahora no quiero que me des árboles ni cortinas de hierro.
No me hagas tuya, no me hagas eso.
Soy débil en un cuerpo de fuerte.
No grito, me hago callar.
Ahora estoy sola y mis miedos encabezan mis recuerdos,
no te importa que mis fantasías se vuelvan locas bailarinas
que se quiebran los talones y desean que todo estuviera bien.
Mi cuerpo se oxida y sé que no soy más que el último respirar de la luz.
Melodías se corrompen a mí alrededor.
Soy la anécdota de la historia y la burla de la bruja.
Ya no quiero seguir caminando en círculos.
Me ahogo, me enfermo, agonizo y soy yo.
Si pudiera te ensamblaría a mi, pero se me acaba el aire y se me ahoga el agua...

 

Encuentro en este pequeño bosque de tus letras, imágenes bellísimas, como flores (los monumentos que le haces a mi boca), quizá le falte algún "aliño indumentario" a tu bella prosa poética, si me permites decirlo, por lo demás; interesante y placentero el leerte.

Un beso

Luis​

 

Que bien Rebecca; siempre husmeo en tus letras, pero
esta me mueve el piso, es profundidad a plenitud.
Gracias por compartir. Saludos,


DEJAVU