Cuando el mar no sueñe

La eternidad, es para el vivo, aburrimiento,
si ella se pudiera vivir, nos pudriríamos de dolor,

la inexactitud vuelve complejo al tiempo,
porque él también es una percepción,

senderos que no son senderos sin caminantes,
los pasos se vuelven huellas, y se pierde la historia,

el viento simula sabiduría,
por soplar siempre a voluntad,

el conocimiento se esconde,
donde las verdades se iluminan,

serán imperfecciones las grietas del cielo,
cuando la negrura se quiebre de tanto estirarse,

serán sonrisas las mías,
cuando la muerte invierta mis tristezas,

serán cumbres las costas,
cuando el mar se seque, por dejar de soñar.

 

Este poema reflexiona sobre la naturaleza efímera y paradójica de la existencia, donde la eternidad se percibe como una carga insoportable para el ser vivo, y el tiempo, al ser solo una percepción, se vuelve algo inexacto y subjetivo. A través de imágenes poéticas, se cuestiona la verdad, el conocimiento y el significado de la vida. La muerte y la transformación también son temas recurrentes, presentados como elementos que invierten las tristezas y nos llevan a una nueva comprensión, tal vez más profunda o liberadora. La reflexión final nos invita a cuestionar la realidad y los límites de nuestras percepciones, sugiriendo que incluso las estructuras más firmes, como el mar y el cielo, son frágiles y pueden cambiar.


Excelente
Saludos cordiales

 

Gracias igualmente, me gusta y me llena de esperanza que se cuestionen, reflexionen, y profundizen en el misterio, hace falta mas seres que sientan, observen, y crean, no que hagan, cegadamente.