cuando estas conmigo

como el cielo, lograste cautivarme en tu inmensidad
como a la nube, trate de darle forma a un sentimiento
miro un circulo que nunca decide parar
en las lineas invisibles de la mar.

Buscaba en libros la excusa de mirarte
caminabas en lo alto, dándole nombre a la noche
y cuando llegabas como la lluvia
eras el frió extraño, estático en el ocaso.

Soñaba en los caminos rurares
en un estío intenso y un viento de agosto
sendas interminables de guayacanes
todos en la imposibilidad de tener una flor mas,
al final,
un nogal joven
y un arrollo en calma
y en esta pintura
tu y yo tomados de la mano,
con miradas inocentes de un amor de niños.

Despierto y me encuentro,
bajo la sombra de un nogal,
tu escuchando mi corazón
y nuestro barco de papel, aun,
dinámico en aquel arrollo en calma.

Cuando trato de salir del cuadro
cae una lluvia sin igual
son las flores de los guayacanes
en el atardecer de un verano inusual.

 

Un cuadro espléndido!!! me ha gustado mucho tu poema, su desarrollo bellisimo, un placer leerte, un abrazo!