Cuando no tengamos nada que contar

Cuando no tengamos nada que contar,
cuando mi mente deje de imaginar como sería sin fantasías, ya sean de amor, de odio, de soledad...
Cuando la belleza de la individualidad se marchite.
Las letras serán lo único que pueda hacer que regrese.
Seguiré escribiendo para la nada, haré la más profunda carta de amor para mi inexistente enamorado.
Le escribiré a mi ser para que se sienta identificado con el papel mi único compañero, lo único que me permite liberar todo lo que se oculta en mi mente.

 

Que lindo mensaje, como tú dices.. usaremos las letras para retomar lo que ya ha sido... y se re-escribirá la historia de la vida..
Buena reflexión!