Cuando te escribo.

No sé por qué voy siguiendo
las palabras que has escrito.
Octosílabos se pegan
y ahora como los quito.
Así me marcas el ritmo
cual si cantara contigo.
Si tu tocas la vihuela
te hago segunda, mi amigo.
Yo no sé por qué tu canto
me resuena y no me mido.
Se derrama el sentimiento
en todo lo que te digo.
A veces eres mi amante
y el calor crece cual trigo
y el incendio me acalora
y mi verso es mi testigo.
Mas otras veces tan solo,
solo que charles consigo
de tus cosas, de tu vida
de lo que te tiene vivo.
Y una vez que tú comienzas,
que me abres tu abanico,
me deslumbran los colores
y las luces de tus ritmos
son una fiesta tus voces
que yo danzo y hasta grito.
Es tu influencia que enriquece
mis versos, cuando te escribo.

 

Una magnífica influencia.
Un beso, Luciana.

Hermoso violín.

 

Un magnífico romance para honrar a esa persona que tanto te inspira,
es lindo poder compartir letras y sentimientos. Besitos por miles en
tus mejillas.

 

Benditos octosílabos que te influyen.
Muy bueno Luciana, un abrazo.

 

Gracias, Nicolás, que bueno que te ha gustado. Un abrazo.

 

Sergio, poeta, gracias por tu amable comentario. Un beso.

 

Alde, muchas gracias por pasar y comentar. Un abrazo.

 

Iguazú, es que a veces son muy pegajosos y cae una en ellos. Gracias por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Marcos, muchas gracias por tu amable comentario. Un abrazo.

 

Querida Anamer , poeta, muchas gracias por dejarme tus amables palabras. Un abrazo.

 

Precioso romance, un cariñoso abrazo. Felicidades, lo he disfrutado mucho.

 

Mauro, muchas gracias por leer y dejarme tu amable comentario. Un abrazo.