De día y de noche

De noche

Puertas abiertas: el hogar ocupado
Devoran frutos y flores

Vacían el habitáculo bello
y parasitan incluso la almohada
Fehaciente, invisible
-Algo habré hecho mal…

Siembra el embrujo
Sombras en paredes
Luces del exterior

o es alguien aquí dentro
Quizás una fiesta
¿Serán extraterrestres?

En las paredes
angostas se estrechan vivas
animales
agresivos y nerviosos

-Será que me he vendido
Seré yo el traidor
¡Por eso me persiguen!

¿Hay algo que ver aquí?
Creada el alma
un mundo se hace visible



De día

El sexo; el dinero, el trabajo
Y las cosas que hacer

Paseos nocturnos asfixiantes
y el rencor…

Pueblo en construcción
Una luz tenue, rojiza casi demente
la única caricia en mi cuerpo

El tallo que araña
se prolonga indefinido
¿Cómo saber
que es una rosa?

Y de día la ventana
Siendo un ojo quieto en lo alto
Asfalto y algunos árboles en fila

Un beso en la frente es una brisa

Mi guitarra también grita acordes bellos
Ramas verdes y hojas se extienden y esparcen
Como a un teatro vacío
empieza a llegar gente que sonríe

 

Gracias, Alde, por recuperar este poema, recuerdos de un encierro postadolescente.