De doble filo

Eres lo que siempre quise,
eres a quien más le puedo temer,
en la comedia eres cruel chiste,
tu eres el cianuro y la miel.

Nadie mas me ha sumergido,
en manantiales de sufrir,
nadie más ha venido,
para hacerme tan feliz.

Aveces eres rosa,
aveces espina,
ayer hermosa,
y hoy maligna.

Mi preciado cielo azul,
trajo diluvios y tormentos,
una pasajera plenitud,
por atroces firmamentos.

Bella dama, que antes no eras nada,
hoy eres parte esencial,
mis ojos lágrimas derraman,
cada que tú no estás.

Eres más de lo que yo pido,
das menos de lo que pudiera recibir,
eres tú mi veneno preferido,
el que no mata pero hace sufrir.

Aprendí que de ti ya no hay salida,
una vez dentro aquí yo estaré,
me haz dejado muerto en vida,
en compañía tuya quería perecer.

Amada mía este escrito es para ti,
hazme el favor de volver a sonreír,
aunque tu compañía sea prohibida,
contigo me quedo hasta el fin.

Yo pondré rosas blandas sobre el suelo,
para no lastimarnos al caminar,
y si nunca pisas mi sendero,
por siempre intacto quedará.

La dicha de tenerte,
parece que ya nunca volverá,
corazones inertes,
el tiempo va a distanciar.

Dime cómo me atrevería a olvidarte?,
cuando sólo tú haz logrado hacerme sentir bien,
tu nombre ahora podía dañarme,
si te recuerdo más que ayer.


Hay que llorar juntos,
consolados por el desamor,
bajar a lo más profundo,
y decir que nunca nos dolió.

Date cuenta de lo que fuimos,
y lo que algún día pudimos crear,
tan pérfido fue nuestro destino,
que nuestras súplicas ya no escuchará.

Ya no llores querida,
ese papel me corresponde a mi,
sana todas tus heridas,
mientras yo escribo de ti.