De tanto dar. Soneto.

Te he visto padecer serenamente
lo mucho que la vida te ha mordido
-tu forma de sentir no ha permitido
que puedas ascender por la pendiente.

El miedo y su sudor perlan tu frente
y el aire irrespirable te ha vencido,
mujer, tu corazón ha percibido
la vida de manera diferente.

No vuelan las alondras como antes
y el mundo se hace oscuro y tenebroso,
y toscos se demudan los semblantes.

Te he visto dar de modo generoso
el tarro del Amor de tus estantes
quedando en ti el dolor más poderoso.

 

Precioso, excelente, divino soneto nos compartes Maktú. A veces un alma sensible y noble da amor sin importarle su ego. Es triste ver cómo hieren a las personas más tiernas.

Saludos y que tengas lindas madrugadas

 

Querida Tlilmikiztli, hasta el Amor necesita muchas veces ser dosificado -harto difícil es- ya que siempre nos tiene que quedar algo para nosotros mismos, para poder seguir respirando.. Entrega sí, pero caridad hacia nosotros mismos también. Saludos amiga. Ahh, tus madrugadas son mis mañanas.