Del sueÑo del madero al nido

Con un madero amplio, algarrobo, cedro o pino,
Construiré el tálamo de nuestros sueños compartidos.
Cubriéndonos con los brazos desnudos y las almas tibias,
Bajo el manto luminoso de tus ojos de destino.

En la noche, enlazando las palmas sumidas,
Mis dedos de carpintero,
los tuyos tan largos, que no hay salida de tus brazos.
En el techo, mirando la estrella asida en muestras manos,
como una sola hoja de papel unidas.

Del madero con vocación de hachero y
nuestras rodillas enredadas, cortando la soledad
en tajadas, con las caricias en incremento,
el frío se ausenta, casi exiguo, bajo tu mentón de alero.

Del hueco de tu alma emerge un punto cálido,
que veo, cuando en mi pecho reposa tu cabeza en almohada, y
el silente silencio se enamora del momento de invasión,
el motivo de la acción es el instante vivido.

En la piel del reposo descansa el vapor de nuestro halo
de cuerpos juntos, y de tu puño abierto de afable hado
vuela una golondrina, emancipada en medio de la nube
de abejas, rondando la colmena de nuestro lecho de miel, y
la mañana asoma, con la lana tejida hecha en la pernoctidad.

Al estar juntos, con los sueños como siameses
El madero amplio, que ya es lecho unido
Detiene congelado el tiempo de lo oscuro al
Ahora, construye con cada veta nuestro nido.

 

Hola Ricardo, es hermoso este madero donde compartir sueños; tiene resonancias religiosas, pero también humanistas y amorosas, está muy bien escrito y es emocionante. Luis.

 

Eres bueno en el manejo de los versos tienen movimiento, soñé con cada figura

 

bellìsimo! quizá el amor, es el que hace escribir asi. que todo fluye.

saludos

 

gracias Julio. saludos. ricardo

 

te agradezco azulaurora. mis saludos. ricardo

 

gracias luis por tu lindo comentario. saludos. ricardo