Desayunos inmortales.

Para mí, la vida no es sólo eso,
tú sabes bien, que para mí,
mi vida es una inmortalidad
que viene resultando hasta ahora,
de la puta madre, no lo que vivo,
esa es otra cosa.
Sabes perfectamente que digo “Inmortalidad”,
porque hasta ahora no me he muerto.
Pero tú sí, tú sí has muerto,
aunque ya no estoy segura,
porque yo le he llamado “tu muerte”
al hecho de que ya no puedas preparar
los huevos con salchicha del desayuno,
ni que peguntes dónde está tu chaqueta roja,
le he llamado “tu muerte”
a que ya no dejes tus zapatillas a la mitad del cuarto,
a que ya no disfrutes de hacerme el amor,
ni suspirar después de oler el perfume de mi cuello,
le he llamado “tu muerte”
a que ya no tomes mi mano en las calles,
a que ya no me prepares el té,
a que ya no me discutas cuando decía
que era mejor poner persianas.
A que ya no disfrutes de hacerme el amor,
ni suspirar después de oler el perfume de mi cuello,
A todo eso le he llamado “tu muerte”
y esa mierda es egoísta,
sí, tuve que enterrarte y todo eso,
y pienso que quizá no sea yo la inmortal,
porque te siento cada mañana que despierto,
en los huevos con salchicha que ahora me preparo yo,
en tus zapatillas que ya no están a la mitad del cuarto,
en el viento que roza mi mano en las calles,
en las comedias de la tv,
cuando voy de pie en el metro,
cuando me preparo el té yo sola
y hago el amor yo sola,
y nadie suspira después de oler el perfume de mi cuello.
​

 

SERÁ QUE CAMBIÓ DE COSTUMBRES? ESTÁ MAS ORDENADO? MURIÓ SU PASADO.

 

Que bonito, con tu personal estilo trazas un melancólico poema de amor en el que la nostálgia y el desamor van tomando forma en tus versos que son muy bellos en su desarrollo por las imagenes que se repiten haciendo hincapie en una ausencia que está siempre presente. Me ha encantado y emocionado tu poema, es de los pocos que te he leido en esta línea, y mira que me gustan, pero este es una muy bella manera de contar lo que es perder a la persona amada. Un besote de té de canela para ti, si, es verdad, me estoy tomando uno ahora amiga Valerie. Paco.

 

La gente muere cuando termina de vivir, no hay ninguna ciencia en eso. Me gusta eso de que cambió de costumbres, puede ser, no lo sé, su pasado, parte ya murió, pero yo aún no he muerto, así que supongo que soy lo que queda de su pasado.

 

A mi me gusta el té de naranja, y el té con tapioca, jajaja, y no es desamor, el desamor es creo, cuando ya no amas a alguien no? no sé.

 

Segun yo creo, apreciada Valerie, el desamor es cuando has amado a alguíen y él o ella te ha correspondido y de repente te quedas solo con tu amor porque el ya no lo hace, amar así sin recibir nada a cambio después de haberlo tenido todo yo lo llamo desamor, esto es una opinión muy particular, como tantas veces podría estar equivocado. A mi me gustan todos los tés, café no bebo, me pone como una moto, mis preferidos son el de canela y el de hierbabuena y menta, pero me gustan todos, suelo beber entre 25 y 30 tés a la semana, un té y un cigarrillo es un lujo para mí. Pues nada te mando un besote con mi aprecio y cariño desde mi querida Zaragoza, a tope de calor, espero que seas feliz todo lo que puedas y te dejen. Paco.

 

¿está cargado el revolver? como para no darte un me gusta ...con ese pulso tan "firme", ni apartándose de la pantalla..
Por cierto, precioso poema.

 

Pero afrontemoslo, el amor por unx mismx...No es igual p', ya ve, jajajaajajajaja

 

Ese es mi secreto señor, mi revolver siempre está cargado.