Destellos de oscuridad

El ángel de la muerte

indicando con su bastón,

ya sea hacia la izquierda o la derecha,

mientras la marea humana

desciende el vagón.



La sinfonía carmesí

de los machetes en Rwanda.



El hermano número 1

dictando sentencias de muerte,

mientras implanta su utopía comunista

en las selvas de Camboya.



El Gran timonel, marcando la

doctrina del partido durante

El Gran Salto Adelante,

sentenciando a millones

a la hambruna.



El padrastro deslizándose

en la cama de la niña de nueve años

cuando se apagan las luces.



La paranoia homicida

del padre Stalin,

enviando a millones

al Gulag a cavar canales

a ninguna parte,

mientras en la Lubyanka

se amontonan los ejecutados.



La catarsis del feminicida

al hundir, una y otra vez,

el cuchillo en su ex pareja.



El ejército imperial nipón

solazando a sus tropas

en cientos de burdeles

donde niñas- mujeres

conservan su "vida" al ser violadas.



El asesino serial que colecciona

souvenirs de sus incontables víctimas.



Hitler llevando su ideal eugenésico

al clímax por medio de sus campos de exterminio.


La unidad 731 esparciendo

muerte bacteriológica

a lo largo de China.



Las miles de españolas republicanas

violadas y asesinadas por las

tropas "africanas" del generalísimo Franco.



Los millones olvidados

en las fosas comúnes

de Sebrenica, Babi Yar,

Katyn, Treblinka, Sobibor,

Auschwitz.



Los miles de "levantados"

en México, cuyos restos desperdigados

intentan hallar consuelo en los cuatro vientos.



El legado de los "NN" de los escuadrones

de la muerte en Centroamérica y el Cono Sur.



La ESMA con sus expertos en picana

y en "pentonaval", zurcando el horizonte

en los "vuelos de la muerte".



Cada uno de ellos

un destello de oscuridad,

un fragmento de ese abismo

que habita en el alma humana.

 

... y la maquinita sigue, pita pita caminando.

 

Caña para todo el mundo, me ha gustado.

 

Todo régimen totalitario se salta los tiempos muertos de las leyes...

 

Aaaaay, me causa un gran lamento. Las madres buscando a sus hijos. Tremenda realidad. La humanidad es como peor que un temblor de Marakesh, peor que las inundaciones. No hacen falta catástrofes, solitos nos destruimos y nos hacemos papilla.
Buen poema, estremece.

 

Es asomarse al abismo de la maldad humana

 

Son ideales sangrientos, utopías que no dudan en sacrificar a millones en aras del "paraíso"...

 

Estos abismos no conocen fronteras....viven en nosotros aunque no queramos reconocerlo..

 

Y seguimos realizando holocaustos para mantenerla sana...