Detrás De Mi Ventana

Un cristal templado, la lluvia golpetea y un poco de nostalgia,
es triste no saber que hay detrás de mi ventana;
desconocer el clima y las almas ascendiendo,
relinchando en estampida en su eterno vuelo,
cogitando con los muertos la sonata,
la cantata y la lírica barroca que hablan sobre el tiempo.

Nada hay que decir a la endémica tristeza,
que iconoclasta con el hambre hace la reyerta.
Sobran sueños, a la espera del auge de sus canas,
níveos hilos que en su dialéctica profanan
verdades divergentes a Dios y ''sus'' promesas.

La logística del viejo o las lágrimas del niño,
nada saben de la luz, el Universo o los lirios,
desiste su sentido cognitivo al garante de las armas,
sin fé, país, o sin amor, sin un específico suplicio.

Es como la neuralgía nemorosa de las nieblas,
como el hijo de los ríos perdido en sus palabras,
que sin saber de realidad ceden el destino a las estrellas.

Es la mano del bucólico o el dueño de los sueños,
quienes salen al encuentro del beso crepusculario.

Tan grandes los anhelos, tan distante existe el cielo.


12/12/2015
18:59 pm

 

Letras emocionantes de maravillosa creación, alta calidad divina.

 

Detrás de la ventana se abre el universo, por más que sea mínimo el ángulo por donde se mira.
Existenciales versos nos dejas para que cada lector se introduzca en los sentimientos suscritos aquí.
Saludos.