Día a segundo

Este amor se alza como halo de luna
a donde los crespos de oro duermen,
fulminando la noche tibia con
crepúsculos de sueños intermitentes.

¡Osado corazón!, que se empunta
a las auroras que en tu cuerpo se vierten,
apasiguando a mis ojos en tus mansas
aguas de frondóso verde.

Te aferras, ¡tu amor!, al muérgano
atardecer que en mi vida palidece,
tan solo para encontrarte a tí, mi
princesa, que en tus primaveras
mi destino florece.

Tú, amor, que desollaste en tantas
ocasiones a mi burda suerte,
vuelves al zaguán de mis penurias
ostentando mil tesoros de caudalosa fuente.

¡Gloria a ti amor!, que has encontrado a
mi estrella entre menguantes amaneceres.
Entre fuego y hielo se dispara esa musa
de contrastes indelebles.

Día a segundo, este amor se aferra a tí
como luz pertinente, como raíz de roble
que ante el feroz viento y la cruda
tempestad no cede.

Así es este amor, piedra sólida de
átomos bañados en cariño ferviente.
Nube azucarada, estilizada en siluetas con
el calor de este sencillo amor fulgurante.

 

¡Osado corazón!, que se empunta
a las auroras que en tu cuerpo se vierten,
apasiguando a mis ojos en tus mansas
aguas de frondóso verde.

ME ENCANTARON ESTAS LINEAS, SENTIMIENTO DERRAMADO EN TUS LETRAS, VIVA IDENTIFICACION DEL AMOR QUE TE RONDA, SALUDOS..

 

Me encanta como hablas de amor como te entregas con tu poesia como lo haces posible para el lector y para que el lo sienta dentro de si mismo son tus renglones preciosos yo estoy encantado de haberte leido saludos un placer.

 

muchas gracias minnot y francisco