Día gris

Te vi, estabas ahí, distraído y hermoso.
Me abalance sobre ti como un león a su presa.
Mi rostro se ilumino con tu mirada.
Tu sonrisa pinto mi cara de felicidad,
mis labios dibujaron una sonrisa de oreja a oreja.
Te salude tan rápido que casi no me di cuenta,
iba apurada, iba seria, estaba enojada...
Me cambiaste el humor en el preciso instante en que vi
tu figura reposada sobre esa silla.
La alegría de haberte cruzado
cambio el día totalmente gris que tenia...

 

Un encuentro maravilloso.
La horma de tu zapato...
A veces, nos sabe mal, el trabajo de la Cenicienta.
Pero vale la pena el príncipe azul.
Un zapato de cristal perdió la doncella, porque escapó de Palacio, antes de medianoche.

 

Que bonito es cuando alguien logra despejar ese gris de nuestro cielo, un poema con la ternura que resplandece, grato leerle, saludos!

 

Hermosas letras. Un gusto pasar.
Saludos.

 

Me ha gustado, bella manera de contarlo, no necesitamos más, la mirada del amado-a sobre nosotros. Abrazote vuela amiga Lágrima de Luna. Paco.