Día laborable

La noche lanzó un bostezo y nació la claridad.

El olor del café y la pulpa de naranja,
el pan candeal, la leche caliente
humea.

Entre los dos el silencio.

En el trabajo los relojes invertidos,
hoy es el cumpleaños de mi jefe.

Yo sé que el tiempo pasa
porque los pájaros no regresan al alféizar.

Me fumo un Gitanes bajo la pérgola del autobús.

Tiro el paquete vacío.

Son las cuatro de la tarde.

 

Y la rutina como enemiga silenciosa de los sueños, la que se va robando los colores y las ganas de vivir.
El verdadero heroísmo consiste en no dejar que avance.
Siempre es un gusto leerte, amigo.
Un abrazo y mi admiración.

 

Me encantó!
Gracias. Sin quererlo me trasladé al poema de Benedetti "El nuevo".
Gracias.

 

El día y sus vivencias.
Tu poema tiene muchas aristas existenciales pero es obvio que cada uno de nosotros sabemos cómo y de qué forma la vida nos ha hecho evolucionar pero pese a todo seguimos avanzando en nuestro recorrido por ella. Grato recorrer su espacio y dejar mi huella, saludos!!

 

Gracias por el bonito comentario. Un abrazo, Cecy.

 

Mi agradecimiento por la visita y el comentario. Un saludo cordial.