Diáfana Melodía de un soneto de Mediodía.

preludium

Como difusa remembranza de una historia sin leyendas,
sin sabor a media noche, o a amarguras vespertinas;
sin hedor a baratijas, sin sopena de herejías;
Ardiente, frívola, y curiosamente matutina,
kenotón diáfano, cual alfombra cristalina.
Remanso de paz en mi turbia sinfonía.

podría mencionar los mil y un pensamientos
que me inundan esta noche...
mas tan siquiera alguno, dudo se acercaría
a esa exquisita armonía que hoy suena como reproche,
en mi kitara desafinada, que te evoca desde anoche.

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interludium

Oteando en la penumbra con artilugios y escafandras
me sumerjo en mis memorias y camino cuesta atrás,
invocando con un rito la lastimera soledad
que un vil demonio hace mucho sembró en mi pensar.

y aún Leyendo entre líneas estos versos hoy del alma
clamo por invocar nuevamente como un mago,
quien se aferra fuertemente de su totem encantado,
y danzando entre bestias evanesca el pasado
de este temor sombrío tan voluble, ya en calma.

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postludium

Impaciente estoy pues, por retozar en tu regazo
pues No quisiera nunca despertarme de tu lado.
Ahora tan sólo sé que simplemente te amo.

 

Un placer leerte, tu estilo define mi embeleso. Mis aplausos.