Domingo squeeze

Domingo squeeze

Un trozo de mármol
hecho pedazos como un espejo
loco que refleja
el rostro de un hidrocefálico bambi.
Así cruje la hoja de maple y
se arruga el vientre de otoño.
Como una naranja dentro de un vaso largo.
Una matemática pensada por siameses.
La relajación del taichí
y aviones en fractales en mi ventana.
Asi es el día, incompleto,
de pasadores desatados de un
obeso sin hambre.
Siempre falta algo, pero es
diferente a la ausencia, no es de reemplazo,
como luna a sol o bulín a burdel.
Las palabras rápidas no son
trabalenguas de políglotas
ni el cine en stop una máquina de escribir
en reposo.
Los domingos son como
charlar con una mujer casada.

 

Todo cabe en un domingo, hasta una nada de palabras prostitutas y ajenamente propias, algo así como una miriada de fantasmas bailando en la punta de un alfiler, infusionado carrousel para acompañar con una lira delirante. Buen ejercicio de sobrevivencia dominical. Bienvenido y abrazo.

 

Gracias por el comentario, y si los domingos tienen ese toque especial, desde el despertar con flojera hasta el dormir sabiendo que mañana es lunes.

Un abrazo.