Dos muertos ante un amor

Dos muertos ante un amor

La primera vez que sintió el amor
que vio al hombre de su vida
Cuando se supo mujer por cómo la atraía
contaba apenas con trece años
Dormía cada día, sus sueños rosas
pero la rígida educación paterna
ir más allá, a ella, no le permitía
Así volaron los años, él pasó al olvido
vino un matrimonio, luego tres hijos
Veinticuatro años de bien vivir
de saberse querida, bien amada
y como a veces suele suceder
sin el saber el por qué
entró el diablo en el cuerpo
dando comienzo a los celos
al mal trato, a los golpes, la denuncia
y como punto final, al divorcio
Tres años sin una respuesta
sin un hombre que la quiera
pasando muchas noches en vela
por la falta de un amor
El destino le trajo al amigo
a ése que de la infancia
el corazón y el deseo, a ella le robó
Se dieron los primeros pasos
se reconstruyeron los tiempos
se hicieron planes mayores
que comenzaban ese año bisiesto
con la ilusión de una vida
con la esperanza de renacer
estando los dos con templanza
llegó de repente aquél
No hubo muchas palabras
el silencio decía de más
Sacó de su espalda el arma
apuntó, disparó, vio el cuerpo caer
Con la ingenuidad de una amante
ante el asombro total
ella, fue al cuerpo del amante
Levantó su cabeza para descifrar
si era una pesadilla o un sueño
lo que acababa de pasar
El asesino sin gran titubeo
Se acercó a los cuerpos en el suelo
apuntó a la sien y de nuevo disparó
Segundos de gran agonía
la sangre empapaba por doquier
Mirando sin ver, a su ex marido
pudo en su rostro escuchar la rabia de él
Lo maté, tú, ya estás muerta
Y siendo diestro, sin saber por qué
se apuntó por el lado izquierdo
apretó el gatillo y también se fue
Dos cuerpos que fueron queridos
sangrando y sin saber por qué
una mujer llorando a dos muertos
uno, al que quiso, sin él saber
el otro, el padre de sus hijos
que como el suyo propio destrozó su ser
Samuel Akinin Levy