Ecosistema

Sol de media noche cariño,
te tuve en mis brazos por mas
de cien años sin dirigirme
a ti como una compañera.

Honestamente hice poesía
Virgilio, aumente de edad
solitario; perdí mi raza
escondido en un aparato.

Usualmente me escondía
a hurtadillas en la cocina
prefería tocar la bocina
del auto de mi padre
para lograr molestar a mi madre
como un pequeño científico.

Ore y pensé que todo no era para
dios, cantando y susurrando
como alguna rata perdida, casi
pude ver el rostro teñido en azul.

El rabo y la cola perdidos
en mi única consulta con
el doctor; padecía de leucemia
y vivía en las montañas del norte.

Mire esta pesadilla que ahora cuento,
dos cosechas en ciudad del valle, México
autorizadas por el gobierno estatal,
me dirigía a la costa en un pequeño lugar.

Alcance a distinguir esta labia en los
cerezos de la ciudad de México, obtuve
esta rima para ti; algunos hablando de las sillas
bajando al corral de la comparsa: gracias.