El adiós

Lentamente voy y avanzo, en un sendero muy hermoso,
Brisas cálidas me envuelven, risas se oyen al pasar,
Luces bellas aparecen, es un fondo algo borroso,
No hay bastones en mis manos, no hay problema al caminar.

Siento que alguien me retiene, pero yo quiero seguir,
Aquel fondo allí borroso es lo que quiero conocer,
Placentero es el ambiente, no se puede aquí sufrir,
Me impresionan mis recuerdos proyectados puedo ver.

Cada segundo que pasa me aleja de mis problemas,
De dolores, de conflictos, de mis dramas y prisiones,
Todo aquello que aquí observo rompe todos los esquemas,
Nunca pude imaginar el sentir tantas emociones.

Las canciones de las voces que parecen despedirse,
Se oyen bajo como para comprender algún porque,
Debo oírlo bien para entender mejor lo que ellos dicen,
Pero quiero allí quedarme y no me puedo detener.

Queda poco de camino y aún me intrigan las palabras,
Me relajo en lo que avanzo ciento que estoy en el mar,
Parece que un par de nubes me abrazaran desde el alma,
Siento el cuerpo tan liviano, creo que ya podría volar.
Una puerta inmensa espera, las luces venían de allí,
Creo que es un jardín inmenso lo que dentro me llamaba,
Vi lo poco que faltaba y de alegría sonreí,
Me detuve y observe todo lo que atrás dejaba.
Las voces no susurraban, me gritaban con temor,
Que volviera, que podía, que algún tiempo me quedaba,
Vi a mis hijos, mis hermanos, mis amigos y a mi amor,
Entendí la situación a la que entonces me enfrentaba.
Observe mis manos viejas y el legado que deje,
Y observe a los que llamaban todos tristes por un viejo
Unas lágrimas sentía que bajaban por mi piel,
Yo sabía que el momento llegaría y no muy lejos.
Entendía, despedía a mi gente y no volvía,
Me sentía allí tranquilo todo les había entregado,
Mucho tiempo y esforzado, mi sudor los mantenía,
Y construyeron sus futuros sobre lo que había dejado.
Decidido y acordado por mi parte, seguiría,
Y entraría a aquel jardín que aún espera que yo entre,
Sé que ellos llorarían, yo también aquí lo hacía,
Y me decía y les decía, el adiós nunca es para siempre.

 

Es el paso al descanso...ahi ya nada duele...al entrar sabemos que no hay paso atrás...y los que llorán ahí atrás se quedán...recordando al que se vá. Saludos y bendiciones.