El almanaque perdido...

Miro el almanaque, y me espanto...
No hay manera de impedir que siga caminando.
A veces pienso que se burla;
pero resulta que está llorando:
Cada día más en la cuenta de los años,
es un día menos en la cuenta de la vida...
Miro el almanaque, y me espanto...

No tiene sentido preocuparse
por los días que no han sido...
¿Qué pasará mañana?
¿Y pasado?
Y en eso pasa un poema
y yo lo agarro, y se me escapa,
lo persigo...
¿Dónde nos quedamos?

No sé dónde metí el almanaque.
Todo se me pierde.
No sé qué día es el domingo.
No tiene sentido preocuparse
por los días que se han ido...
Ayer escribí un poema,
y creo que me lo he comido...

Frank Calle (8/ junio/ 2024)

 

Gracias Alde. Un poco de humor mezclado con surrealismo no viene mal. Además, en teoría, al menos, los calendarios no existen... y eso la poesía no lo puede dejar de aprovechar...
Un abrazo,

Frank
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