El Autor de la Materia

Vivir y soportar las cargas del destino y la fortuna,
Nadie alguna vez pidió volar por estos terrenos,
No cabe duda de que este mundo no es para nada democrático,
Nacemos sin querer nacer; morimos inevitablemente,
¿Pues quien da rienda suelta a los criterios de su sana conciencia y corazón?

La naturaleza se muestra cruel y despiadada,
Esta no aplica la justicia, no tiene distinción; la naturaleza no es prudente,
Nos dota, nos quita, es mala y hermosa. Morimos por ella, ¡dadora de vida!,
Forma a unos más grandes que a otros, hace a otros más aptos y hasta crea monstruos,
Matamos para vivir, morimos para que vivan; el mas apto impone sus reglas.

¿Quién juega a los dados?
Bola incansable que gira en el infinito; ¿Quién es el dueño de esta esférica tragedia?
Somos desiguales. Caras rojas, caras azules,
Peleando unas con otras, defendiendo sus diferencias malditas, ¡costumbres nacidas de la felicidad efímera!
Protegiendo mentiras, saltando encima de verdades incompresibles,
La guerra los hace hombres. ¡Hombres de este mundo!

Cantando al son del placer y la amargura, ¡cuan felices somos!
Una tierra separada, que se asemeja a un cristal recién caído de lo alto; altas fronteras por doquier,
Seres que compiten; seres que se comen unos a otros; seres con hambre de estar arriba de otros seres.
La materia nos destruye, nos hace dependientes, nos convierte en siervos de lo inexplicable,
El tacto nos otorga las mieles del placer, nos da ingrato dolor, nos aleja de lo que somos.

¿Como podemos pensar ser tan fuertes, cuando en un momento inesperado caemos rendidos a la postre de la cama?
Los azares del destino nos hacen débiles; nuestros cuerpos no soportan la crueldad de la casualidad.
Enfermos por todas partes, enfermos mentales y sanidades ingratas.

La antorcha incandescente se encuentra tan lejos y tan cerca del pueblo,
Somos almas encarceladas en carnes que incitan a la lujuria y la vanidad inocente,
Somos almas inconscientes de si mismas,
Gotas de agua alejadas del océano. ¡Al menos eso me gustaría creer!
Gotas de agua que se evaporan lentamente estando en un entorno llameante,
Almas que no pueden acariciarse y abrazarse; almas que no pueden estar unidas por el gran obstáculo de la apariencia,
Almas poderosas, que viven en rincones muy lejanos, pocas veces explorados por los habitantes de este mundo.

¿Dónde esta ese lugar en el que no existen miles de idiomas, sino uno solo - el del amor?
¿Quién se ríe y mofa de esta trágica comedia?
¡Díganme quien! No escucho sus voces, ¿voces?
¿Quién es el autor de la materia?

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