El balcón

¡Qué lindas están mis plantas! como se ha puesto el balcón,
ya no entra luz ni aire pero son mi gran pasión.

Que grande está la palmera, que cocos como balones,
da en los cables de la luz y el barrio sufre apagones.

Los florecidos geranios nos llenan de colorido
y de avispas asesinas que nos dejan doloridos.

Mi marido se está ahogando, es muy alérgico al polen
pero puestos a elegir yo me quedo con las flores.

Como voy a quitarlo ahora aunque estemos a la greña
si en las tejas junto al ficus ha anidado una cigüeña.

¡Arregla el balcón ya , coño!, que actitud mas remolona
que se me caen las macetas y ya han muerto tres personas.

También les cae agua y tierra y eso que riego de noche,
peor son las ramas grandes que si que abollan los coches.

La gente es muy delicada, que le muerden las culebras,
si ya entiendo que la entrada parece la selva negra.

¡No vais a poder conmigo, aún a oscuras y sin aire,
aunque la jungla os devore mi balcón es intocable!

Se está acercando el otoño, mis rosales se han secado,
mi marido no lo cuenta y los hijos se han largado.

La alergia lo ha consumido y si al final va y la casca
aquí mismo lo sepulto debajo de la hojarasca.
Ya que en vida es un inútil y pinta menos que un mono
mejor me cuida las plantas nutriéndolas con su abono.