El chupaflor

EL CHUPAFLOR

Te he visto
volar a la velocidad
de una imaginación precoz,
haciéndote invisible lo más
pronto posible.

A las flores
las polinizas con
delicadeza, como si
fueran diamantes, cuando
te acercas a ellas revoloteas
pareciendo que fueran amantes.

Al hacerlo
parece que escucharan
el encanto de la vida, y a cada flor
la premias con besos caricias y sonrisas.

En tu vuelo,
velocidad y colorido,
hay belleza armonía y dulzura,
que combinas con el plumaje multicolor,
y te vez feliz haciendo tu labor con amor.

Eres el ave
del paraíso, aquella
que a velocidades supersónicas
recorre jardines florecidos,
mieles expectantes y néctares goteantes.

Tu diminuto
cuerpo, dotado
de una fortaleza
sobrenatural, te permite
visitar extensos territorios,
lomas, planicies y reservorios.

En la punta
de tu pico llevas el mensaje
que cada flor espera oír, y que le
transmites con una música
celestial.

Es tanta tu
Belleza, que pareciera
fueras el mensajero de Dios,
y de la naturaleza.

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