El deseo

Hemos perdido quizás
la aventura de mirarnos
a los ojos,
una gota de luz,
un destello en el cielo.
O los latidos
de nuestro corazón,
que palpitaba en nuestras almas
vacías entonces.

Y ahora el invierno
pasa sobre nosotros,
la lejanía le pone
un letargo a las emociones;
sin ocasos para tocarnos
sin mañanas dulcemente
perfumadas,
están ahumadas las caricias
resecos los labios;
¡vieja la manta que nos desvelaba
en noches ricamente estrelladas!

No quiero los besos incumplidos,
los cuerpos inertes,
el suplicio del deseo abrupto;
quiero la lluvia fiel,
la que cure las heridas;
entonces morirme a tus pies
como aquella vez
que te regalé un ramo
de bondades y diamantes.


P.B.

 

Triste es cuando se extravían esas cotidianidades que nos acompañan, pero como lo dice tu buen cierre es mejor no perder el deseo.
Buenos versos
Saludos

 

tal vez son cosas pequeñas, pero cuando te das cuenta que ya no estan; como duelen.gracias por tu respuesta; que tengas buenas noches.

 

Triste sendero que caminamos en las vias del amor...
Te felicito y te estrello!

 

esperemos que los senderos sean siemre buenos en la via del amor. gracias por los elogios.

 

Bienvenido, compatriota. Me gustó muchísimo el modo en que se deslizó el deseo... y el des-deseo ::gafas1:: en este primer trabajo tuyo que leo.

Suerte en el portal... un abrazo desde Cap. Fed. y por favor, la próxima... ¡letra más grande!::jos2:::