El eco de su voz marchita el verso. Soneto.

El eco de su voz marchita el verso
volviéndolo pesar y desamparo,
me vuela la cabeza de un disparo
surgiendo de su ruido un sol adverso.

Su rabia pudre todo el Universo
y oculta lo que ayer brillaba claro,
el son de su palabra suena raro,
culpable, criminal, torvo y perverso.

En su sentencia oscura muero inerme,
maldito, desahuciado y corrompido,
vencido sin que pueda defenderme.

Su rima desentona mi latido
y negra me amenaza con prenderme
si bebo del soneto malnacido.