El fuego ignorado

Hoy he encontrado la clave oculta en los diarios antiguos
¡ahora leo! por lo tanto, existo, intermitentemente

Se me han revelado los antiguos secretos
que se hallaban en el vómito de los dioses
pude hundirme hasta las rodillas y rebuscar
y lo que encontré no gustó a
a las metáforas que sobreviven bajo mi cama

Pude recordar aquel enorme cadáver que se alzó sobre la ciudad
y la hizo suya, hace ya mucho tiempo
desde aquella los hombres no son hombres
sino pesadas series de plástico que caminan despacio para no romperse
pude ver los cables que conectan nuestras manos con la alcantarilla
y los lloros de aquellos que siguen sin poder ver

pero esto no resulta importante
a los cuervos que tomaron el congreso, hace también tiempo ya
que imponen un régimen de dolores de barriga
a los que piensan que aun hay luz tras el apocalipsis
a los que sin importar en las consecuencias se introducen en paraísos perdidos
en las piernas de alguna mujer virgen y sin rasurar

los trópicos son lejanos pero no inalcanzables

el fuego ignorado se hace fuerte en los suburbios y pronto llegará
entonces ¿quién será el sabio que sepa detenerlo?
mientras las cabezas sigan rodando, y los neonatos devoren a sus madres desde dentro
¿quién sabrá mantener la calma y decir que esto es
solo una crisis de esperanza pasajera?
cuando todo se asemeje a la carreta sin dos ruedas ni frenos
que se aboca plácidamente a su tumba
y la hierba no crezca sino en las bocas saladas

y habré vivido, sí
a la hora de la comida recitaré un poema incendiario
que las patas de las mesas escucharán con atención
y la gente se correrá a mi alrededor
y se revolcarán follaran al que tengan más próximo
entrando ya en el caos que todo hace renacer

la figura me observa desde la azotea mientras paseo por los bosques
tras su máscara de conejo asustado
se resguarda el que quizás sea
el ermitaño más primigenio y real desde Platón
pero a nadie importará, no para qué

si el oráculo ya predijo la muerte de los escorpiones
para estas navidades
y lo que resta son juegos bastardos, entretenidos pero vacuos.

 

ahora leo! por lo tanto, existo, intermitentemente

los trópicos son lejanos pero no inalcanzables


Esots dos versos me han sorprendido