El hogar de mis huellas

El plumaje de la sombra es y siempre será negro,
abotonado por detrás con clavos en ojales opacos
que mella toda aguja enhebrada con luz que quiere remendarlos,
en los bordes de la lengua empieza el silencio
y acaba en la llanura inmaculada de tu cuello,
gacela en mi memoria que a vuelo de araña sobre su tela
teje sus recuerdos debajo de mis cejas,
el ángel clava su arado en mis entrañas
y las hojas de otoño caen empapando mi hombros con tus besos.

La lumbre del destino arde frente a mi ventana
pero no tengo fuerzas para abrirla,
busco un refugio seguro para la luna
pero la noche me niega sus estrellas,
¿en cuál de ellas te ocultas?
un eclipse sol que ya dura tres primaveras
tiene el faro de tu piel en cuarentena
y mi bandera de pirata ha naufragado en un isla desierta.

El mapa de gritos de mis noches en vela
es un montón de escombros
donde laten las escamas de tu cola de sirena,
aquella por la que bebí los mares de tus ojos
y en los que perdí la tierra firme,
antaño hogar de mis huellas.
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Bello poema Osidiria, un placer leer... saludos.