El loco que exige ver su nombre reflejado en los libros de historia

Mienten los anales y los libros de historia.
Reniego de todo lo que se ha escrito
hasta el presente y lo hago
con vehemencia ante la valla
que me impide seguir adelante.

No soy ni un siervo, ni un esclavo,
ni el relleno fácil de trinchar en una batalla;
tampoco el cenicero, ni el cigarro
o la ceniza de ningún tirano
ni la piedra sobre la que se alza
un héroe o el trono
sobre el que aposenta su real culo
un obsoleto monarca.
Abomino del historiador que se alía
con los cetros, pedestales y galones.

¿Dónde quedo yo?, ¿y mis iguales, dónde?
Maldigo el anonimato
y exijo que mi nombre, mi sangre
y mis hechos iluminen
los libros de historia.
Más importante y digno soy
que un dios, un rey, un héroe o un tirano:
De mis actos dependen para existir.

 

uN BUE

Enhorabuena por la poesía, un lujo la lectura, gracias.

Saludos cordiales hormiguita de la historia, eso somos, pero de nosotros, de nuestros actos, depende el ser otra cosa, sí.

 

La historia trata con hechos, las revisiones con intenciones, y las biografías con personajes.
Mezcla todo ello y tienes una novela. Y si le agregas música, canto y baile tendrás un musical.
¿Cuánto se aleja el espectáculo de la realidad?
Para abandonar el anonimato se debe ser visible, tangible, de voz y acción presente.
¿Qué tan dispuesto se está a perder la privacía?
Hay tantos héroes desconocidos y tan pocos nombres.

Saludos.