El saber del tiempo

Ofreciéndole al tiempo, presente,
implorando por luz en estas esquinas,
de templo oscuro,
de tiempo viejo,

regalándole al viento, tiempo,
reencontrando versos, sedientos,
que supieron leer entre tintas, nuevo cielo,

cielo de palabras, encadenadas a su peso,
besos de semblante metálico,
cadenas de un futuro prospero y esclavo,

seremos hormigas entre tierra,
nunca pisaremos las nubes,
caeremos si el camino nos obliga,
sentiremos temporal soledad,

precipicio de tenues memorias,

precipicio de blancos infiernos,
inviernos negros, la vida está muerta,
la muerte, es palabra hambrienta,

es promesa sedienta,
de verdades y cascadas,
de umbrales y experiencias,

incertidumbre discreta,

incertidumbre es la luz del miedo,
la lumbre del vencido,
la derrota del que pierde todos sus motivos,

certeza discreta,
certeza sencilla y pesada,
como lluvia, al final, si se quiere,
liviana como suspiro,

certeza entre cena de estrellas,
cerezas entre universos, vida y destellos,
el hambre de dios es infinita,

certeza se le llama,
a la seguridad de lo ocurrido,
porque todo es creer, y escuchar,
replantearnos,
caer, y ver,
como el tiempo lo sabe todo.

 

Buena reflexión.
Pero cuando nos conocemos a nosotros mismos, somos más capaces de conocer las paradojas del tiempo.
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completamente comparto tu pensamiento, somos parte del viento, pero a la vez cimiento del imaginar, del contar nuestros instantes, como contamos los corazones que nos tocan, saludos

 

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Saludos, ...
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