El sol y la Luna

Hace mucho tiempo ya, antes de que el mundo fuera mundo
dos amantes se conocieron y de un destino juntos disfrutaron
durante siglos, solos en su propio universo con locura se amaron,
se juraron amor eterno y ambos vivieron felices para siempre,
pero ya en esas épocas, para siempre no duraba eternamente…

Con la creación del mundo y la aparición de los seres humanos,
una distancia abrumadora para los pobres enamorados se decretó
y a cada uno de ellos un trono opuesto para su reinado se otorgó
¿Me seguirás amando cuando me marche? La luna al sol preguntó
Pase lo que pase, le respondió el astro rey a su amada sin dudar.

Y durante milenios las sonrisas que se enviaban mutuamente
al cruzarse a cada atardecer y los besos a veces al amanecer
fueron suficientes, los llenaban y a pesar de la distancia se amaban
su amor era tan grande que a veces cuando nadie lo esperaba,
el día se oscurecía por la presencia de la luna y por un instante, sonreían.

 

Excelente relato. Un abrazo.