El Tigre que empeñó su raya

Mientras deshilachas las alas
De las gaviotas en desnudos polluelos
No seremos libres.

Aquí todo tiene una desesperación de trueno

Una piedra suspendida sobre la mesa
Y la puerta es una boca que no ha sido domada

Bebes más de la cuenta y el océano tiene ira de ti
Calavera imperfecta peinada
Con recurrentes veleidades .

Hasta aquí el pan se abre, porque no late

Nada late

Nada.

 

La verdad es que raro es el poema que no me guste pues ya sabes que me gusta tu manera de versar, original como poco. Buenos días, Marquelo.

 

Sigue la saga... luego sigo con la esperanzadora saga del pobre que se hizo rico ( o sea yo) y dejó de trabajar buen día

Desde mi ventana veo cruzar una gaviota
pQuizás perdida pero coqueta)
Signo de que ya debo subir al autobús
Para ir a trabajar

 

Y los párpados se vuelven cuervos que se comen mí pan. Maldito pan que me hace pancita. Saludos

 

Saludos che. Un aplauso para el asador...