El viento me lo ha enseñado. Décima.

Camino retando al viento

por darle la cara al día,

buscando en su voz la mía

y en su empuje sentimiento.

Lo tomo como alimento

-pan de montaña y marea-

por llegarme a la pelea

con el pecho enardecido.

Vengo así más decidido

a enfrentarme a lo que sea.


Alado me abraza tierno

y tierno vuela a mi lado,

se entremete en mi costado

consolándome fraterno.

Me repara del invierno

si el infierno me convoca

y a la altura de mi boca

prende un verso consonante…

viento libre y desafiante

que alma y vida me trastoca.


Al paso de mis anhelos

y al son de mi voz sonora

viene el alba transgresora

quitando a la noche velos.

Confabulan los recelos

con las piedras del Camino

y con brillo diamantino

llega el Sol que a todos mira

a quemar en magna pira

lo que me ultima dañino.


Quedan atrás las urgencias

y la impaciencia… y su prisa,

el recodo que no avisa

de futuras pestilencias;

las pretéritas carencias

que se han vuelto mi legado,

el sendero trasnochado,

la muerte tocando a muerto…

¡El camino por lo incierto

el viento me lo ha enseñado!


Esteban “Maktú” González Bolaños.

 

¡Wow! Maktú, tu poema es para un galardón, esplendida enseñanza nos dejas con tu danza con el viento.
Mi saludo y admiración quedan contigo.

 

Muchísimas gracias, spring, por comentario tan amable. Saludos.
Esteban.

 

Excelente manejo de la técnica con un contenido y lenguaje exquisito. Un placer leer en esta cálida mañana venezolana. Saludos cordiales.

 

Muchísimas gracias, joblam. Saludos y buen domingo!!!
Esteban.

 

Muchísimas gracias, malco. Saludos afectuosos.