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Elemento Pandora (Arte infuso)

Tema en 'Poesía Surrealista' comenzado por Ricardo López Castro, 4 de Diciembre de 2024. Respuestas: 0 | Visitas: 104

  1. Ricardo López Castro

    Ricardo López Castro Poeta adicto al portal

    Se incorporó:
    17 de Septiembre de 2017
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    Género:
    Hombre
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    Las mariposas negras puedes verlas en cada oscuridad,
    en la sombra del hombre, las alas del recuerdo
    oscuro, como el miedo en equilibrio,
    y tú, amada oculta tras el nombre del mundo,
    me tienes en tu estómago, con ese cosquilleo tan lejano,
    y te sienta tan bien el perfume del beso que no quieres ponerte,
    que a mis labios acuden mercaderes de perchas,
    con máquinas del tiempo y retardo infinito,
    te pierdo, noche a noche, larva de las alturas,
    si volar es el polvo que desprende ese último techo,
    me resta imaginarte, o me suma perderte,
    ambas cosas consuelan, transforman el insomnio
    en un ave sin plumas, un avión de papel,
    manualidad del cielo y la tijera,
    gris purpurina, estrella de tabaco,
    o invento, creación, memoria fotográfica,
    del dibujo acuciado y perseguido,
    iconoclasia, y cubres mi bandera con alfanjes,
    con fronteras de amor que acaricia mi patria,
    mujer, abre la lata que pateo, me embriago con salero,
    con visión de alimento, forjo mis esperanzas, o el filo demoníaco,
    eres como las jaulas, vacía de palabras,
    cerrada, como el viento, un castillo de naipes,
    nunca apuesto por una despedida, el número que llevas en la piel,
    puede significar un alma, la historia indescriptible,
    que con guerras se vuelve poco a poco un escondrijo,
    admito que el encuentro forma parte del viaje,
    no expreses lo que sientes, que vivo en esa cueva
    sin señales, con tráfico de ilusiones partidas,
    y no duelen apenas estas epifanías maquiavélicas, satánicas,
    el Diablo te conoce, eres esa hermosura efímera y cautiva,
    penumbra consagrada, puedes, puedes, salir,
    de las bragas del odio.
    No te puedo ayudar, convivo con la ropa que te sobra,
    en el lienzo del hombre siempre caminé solo,
    y mujer, fantasías, me mantienen en pie,
    sé que escribo en el agua de tu ausencia,
    me cerca el oleaje, el sotavento,
    finalmente la luna, que se quema, porque este fuego asciende,
    las ascuas, las pavesas, la ceniza, son una invocación,
    a la profundidad de tus manos en mi cuerpo,
    ciego, con la ceguera así cumplida,
    desaparecerías, mas las dudas complican los romances,
    aventúrate, escucha a mis oídos, pues la calma consiste en el saber,
    me entrometí, quimera sin almohada,
    reposas en vacíos y en las tinieblas densas,
    en vacíos de pretensiones, y no cabe en tu aire mi cortejo.
    Desapareces...
    Con esos laberintos que dejaron tus huellas blancas, como la nieve,
    transparente lugar se afinca en mis deseos,
    puedo al fin comprobar que...
    La niebla se lleva tus vestidos, y desnuda eres clara, no hay misterios,
    te adelantas, me miras, brotas de un nuevo cuerpo,
    de la luz que vigila, se acaban los castigos
    y compartes el día, a corazón abierto y sin premura,
    mientras tu imagen surge,
    cartelera de madrugada, cine mudo, instantánea que borra la pintura,
    feminidad, ¿es cierto? el cielo se ha movido,
    o se ha resbalado. Oteo las farolas,
    y bajo mi edredón se reproduce tu película,
    te veo de otro modo, quizá como el fantasma que se lleva mis sábanas
    para sentir calor en la ventisca,
    ¿Cómo iba a acuchillar las hojas de este otoño?
    ¿Sabes que la pasión no se consigue?
    Quiero ver tu color, aunque sea en silencio,
    para domar el ojo del enigma,
    para que tu relieve...
    Sea la cima última en mis versos...
    Si mi carne esclarece la voz de los poetas
    junto a tus menesteres imprevistos,
    mándame una señal,
    ouija de amor, espíritu de búsqueda,
    hasta donde me alcanza la memoria,
    espero el otro...
    Verso desde mi... Beso y mi postdata,
    pantalla de imposibles,
    silueta escoltada por la llama...
    Quiero tragar tu fuego para luego perderte,
    pura y lisa y exacta medida que atormenta,
    te guardas siempre un sol en el bolsillo...
    Como que este poema lo has dado por perdido...
    Flota solo en el aire...
    Y sin aire...
    Yo soy un ideal, y te idealizo...
    Creo, a veces destruyo...
    Las amargas razones de tu lengua...
    Y dentro de tu cuerpo...
    Una movilidad más rauda que el relámpago...
    Dice basta...
    Despierto... Valgo más... Mucho más que...
    Mi confusión....
    Toda preciosidad merece que no fantasee...
    Con palabras...
    Para ponerle capas, abrigar lo más íntimo del ser...
    Sal si quieres...
    Mujer...
    En mis tinieblas, todo sirve de luz...
    Incluso este barranco movedizo.
    Toca...
    Atrévete al crepúsculo, víspera de tus dóndes.
    Cuando caiga la última lluvia limpiaré
    con pañuelos la religión del agua,
    te desteñirá,
    y volverás a mí,
    ah, caja de los truenos,
    amarillo desfile, cada jornada un nuevo desliz,
    ruido de océanos con garras,
    tú quisiste volver...
    En Pandora no existen distinciones.
    No te sientas perdida, no eres tan especial
    como para escapar a su conciencia
    -Los seres como tú se mueven con sigilo
    porque saben del odio que levantan.-.
     
    #1
    Última modificación: 4 de Diciembre de 2024

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