En defensa del tiempo perdido

Una colaboración de Paola Benitez y Reptarius​

Por curiosos caminos
en el mismo destino,
encontramos aquel sendero
que un día nos vio pasar
en el añejo trotar
de mis pies inquietos...
Lunas y soles
vieron recorrer
nuestra enseñanza
para llegar al fin.​

Y el fin no era
una imagen todavía
que alguien proyectara
en la pantalla
de nuestras pequeñas eternidades.
Tu sonrisa siempre encendida
anunciaba que existía el amor eterno
y que nadie nos robaría la súplica
de jamás pertenecer al mundo de los adultos.​

Caímos,
recorrimos,
fuimos y no fuimos.​

Al encontrarte en estos, mis días
otra atmósfera recorre tu aura
y la mía se va por caminitos
en donde no se siente más la tierra;
sólo existen halos de sentimientos
y yo al fin puedo ver mas allá
de mis ojos... Siento, veo,
acaricio tu espíritu con mi esencia
que conoce a la tuya a la distancia
y en esta cercanía
que hoy compartimos en piel.​

Y pareciera que las cenizas
del mundo de nuestro pasado,
y pareciera que los fantasmas
en los que nos convertimos,
se despojaran su piel
de segundas edades,
sus rostros grises
condenados al perpetuo olvido,
fuesen tallados, destruídos,
invocados por el cincel de una libélula
para liberar las últimas dosis
de polvo estelar que escondimos
de nuestro último viaje a Plutón...
Dime que aún puedes recordarlo.​

Con cada fibra de etérea simpleza,
con cada línea de mi piel recuerdo
el polvo estelar recorriendo mi pelo
y enredándose entre tus dedos
haciendo una pincelada de naturalidad,
una huella clavada fuertemente en aurora borealis,
un puño de entidades para revivir
encarnados en la misma piel en diferentes estados​

y la eterna condena
pero al fin alegre falacia
de sabernos unidos a pesar
de que las semanas sin ti
duraran doce meses
y los años tan sólo
segundos a tu lado. ​

El tiempo entre nosotros
no mediaba reclamo alguno
y vivir
era despertar para buscarte,
arrojando corcholatas en el lago
o inventando canciones
con el muchacho loco
de la guitarra en el parque.​

Porque cada respiro era
para alegrarte el alma
y mi parpadeo perpetuo
para conducirte al alba
y en mi voz cada palabra
fue para ti una señal,
para que encontraras la vereda,
me hipnotizaras y te quedaras
a contar los inviernos
y fueras testigo del aire
que ahora reconoce
y nos guia propiamente
a tupidos campos
de silentes besos y caricias.​

Y yo aquí,
pensando todo el pasado que te debo,
en que maté tu sombra al no pensar en ti;
perdido, ausente de mí,
averiguando en otros mundos
lo que era sentirse grande,
cada vez más fuerte,
cada vez más imbécil.
Pero ahora que estás de vuelta
y me ofreces el agua tibia de tus manos
podría jurar por Dios,
por el dios de los humanos
y el dios de los moribundos,
que no dejaré ir esta oportunidad
para que me vuelvas a la vida.​

Que lo que hoy siento
me parte, me hace saber
que tu siempre fuiste para mí,
me da la razón de que se hace realidad
hasta el más lejano de mi sueños
y se que tu mano
tomará la mía
en este espacio
que perdurará
mientras nuestras almas
quieran nuestros cuerpos;​

Hoy por fin se que la parte
que le faltaba a mi vida
la tiene el brillo de tu mirada.
Estoy prendada a una ilusión
que no se torna confusa
que hoy es real y que palpita
tan fuerte que te entrego
hoy más que mi pensamiento,
mi admiración por darme
el encantamiento de la inspiración.​

 

Por curiosos caminos
en el mismo destino,
encontramos aquel sendero
que un día nos vio pasar
en el añejo trotar
de mis pies inquietos...
Lunas y soles
vieron recorrer
nuestra enseñanza
para llegar al fin.​

Los caminos son la estela de lo que fuimos, el espejo del futuro, el polvo que perdimos, la vida que nos espera...​

Y el fin no era
unaimagen todavía
que alguien proyectara
en la pantalla
de nuestras pequeñas eternidades.
Tu sonrisa siempre encendida
anunciaba que existía el amor eterno
y que nadie nos robaría la súplica
de jamás pertenecer al mundo de los adultos.​

Me ha gustado esta vez el cambio, la radical apariencia que cada uno ha tomdo, en los otros duetos ha marcado usted el ritmo pero en este cada quien hizo lo suyo, por eso creo que a Paola le sale más natural la prosa, porque tiene una manera muy suave de ir tejiendo las cosas y eso sobrepasa al ritmo más corto y agitado que a veces suele tener la poesía. Ella desarrolla una sola idea a lo largo del párrafo mientras que usted toma una idea en tres líneas, comienza otra, quizá sea el estilo de cada quien o cuestión de detalles, bueno, aprovecho de una vez para decirle que usted es un suertudo, convive con actores, cantantes, pintores, usted anda en la pura elité, y mayor placer de conocerlos es hacer algo juntos, como esto. ​

Me gusta eso, lo que aún no es todavía, una ilusión gestándose prematuramente en el corazón de un niño, su deseo peter-panesco de jamás ser grande. He sentido que una parte de usted nunca ha renunciado a ello, es por eso que aquí entre nos le salen muy bien los poemas mágicos, sabe alcanzar la fantasía exacta para hacer sonreír a un niño, y a los grandes ​

Caímos,
recorrimos,
fuimos y no fuimos.​

Al encontrarte en estos, mis días
otra atmósfera recorre tu aura
y la mía se va por caminitos
en donde no se siente más la tierra;
sólo existen halos de sentimientos
y yo al fin puedo ver mas allá
de mis ojos... Siento, veo,
acaricio tu espíritu con mi esencia
que conoce a la tuya a la distancia
y en esta cercanía
que hoy compartimos en piel.​

Hablamos de aire, de energía que toma la forma y la presencia de lo amado. Es bello saltarnos los ojos más allá de los párpados, dejar de ser un prisma unidireccional que recibe luz para también mostrar lo que somos. Me ha recordado a Rubén Bonifaz Nuño... como no estamos solos en el mundo, y miramos hacia afuera...​

Y pareciera que las cenizas
del mundo de nuestro pasado,
y pareciera que los fantasmas
en los que nos convertimos,
se despojaran su piel
de segundas edades,
sus rostros grises
condenados al perpetuo olvido,
fuesen tallados, destruídos,
invocados por el cincel de una libélula
para liberar las últimas dosis
de polvo estelar que escondimos
de nuestro último viaje a Plutón...
Dime que aún puedes recordarlo.​

Pues ahora si que usted se ha saltado las distancias y ha ido hasta el planeta más frío, quizá atmósfera única para fantasmas. No sé cuántas edades tendremos, como vivos sólo una. Siendo fantasma ¿será bonito vivir eternamente? Quizá si, si se puede hacer en cada vida algo diferente o perseguiremos ese amor por los siglos y los siglos?​

Con cada fibra de etérea simpleza,
con cada línea de mi piel recuerdo
el polvo estelar recorriendo mi pelo
y enredándose entre tus dedos
haciendo una pincelada de naturalidad,
una huella clavada fuertemente en aurora borealis,
un puño de entidades para revivir
encarnados en la misma piel en diferentes estados​

y la eterna condena
pero al fin alegre falacia
de sabernos unidos a pesar
de que las semanas sin ti
duraran doce meses
y los años tan sólo
segundos a tu lado. ​

El tiempo entre nosotros
no mediaba reclamo alguno
y vivir
era despertar para buscarte,
arrojando corcholatas en el lago
o inventando canciones
con el muchacho loco
de la guitarra en el parque.​

Vivir era despertar para buscarte, cuando uno ama el amor es el último corpósculo de pensamiento que nos pasa antes de perder la conciencia, de internarnos en el sueño, y es también lo primero que recordamos al despertar. Es bello vivir así, con un motivo, con una guitarra de hojas que nos espere con su canción de madera en el parque.​

Porque cada respiro era
para alegrarte el alma
y mi parpadeo perpetuo
para conducirte al alba
y en mi voz cada palabra
fue para ti una señal,
para que encontraras la vereda,
me hipnotizaras y te quedaras
a contar los inviernos
y fueras testigo del aire
que ahora reconoce
y nos guia propiamente
a tupidos campos
de silentes besos y caricias.​

El amor es una entrega, una búsqueda de la felicidad del otro más que la nuestra, es por eso que cada segundo vivido en ese sacrificio nos engrandece el alma.​

Y yo aquí,
pensando todo el pasado que te debo,
en que maté tu sombra al no pensar en ti;
perdido, ausente de mí,
averiguando en otros mundos
lo que era sentirse grande,
cada vez más fuerte,
cada vez más imbécil.
Pero ahora que estás de vuelta
y me ofreces el agua tibia de tus manos
podría jurar por Dios,
por el dios de los humanos
y el dios de los moribundos,
que no dejaré ir esta oportunidad
para que me vuelvas a la vida.​

Esta parte me ha dolido mucho. El pensamiento común dice que es menester dejar el pasado en el pasado, pero a veces es todo lo que se tiene. Hay personas que nos guardan como bellos recuerdos en sus vidas, recuerdos escondidos en un cajón que jamás se abre, pero es imposible volver entonces al presente, cuando ya se ha olvidado. Todo el pasado que te debo, es una imagen preciosa amigo . Averiguando en otros mundos lo que era sentirse grande. A veces se hace a un lado el amor, tanto de los amigos y de la familia por perseguir el éxito a los ojos de los demás, y uno termina con la mayor derrota: quedarse solo.​

Que lo que hoy siento
me parte, me hace saber
que tu siempre fuiste para mí,
me da la razón de que se hace realidad
hasta el más lejano de mi sueños
y se que tu mano
tomará la mía
en este espacio
que perdurará
mientras nuestras almas
quieran nuestros cuerpos;​

Hoy por fin se que la parte
que le faltaba a mi vida
la tiene el brillo de tu mirada.
Estoy prendada a una ilusión
que no se torna confusa
que hoy es real y que palpita
tan fuerte que te entrego
hoy más que mi pensamiento,
mi admiración por darme
el encantamiento de la inspiración.​

Me ha gustado este caliz de esperanza fina que se trasluce en las palabras, es como un final de hadas, uno de amor para siempre, uno de amor infinito.​

Un gran gusto leerte amigo, usted nunca deje de soñar, ni de recorrer los caminos de los fantasmas, un abrazo ​

 

hola, interesante combinación de palabras y sentires, imagenes gratas a la vista y al entendmento. Un gusto leer su trabajo, felicidades y estrellas
¡SONRIE!

 

Oye Meg, con tus comentarios me siento algo así como acorralado, atacan por todas las coordenadas del mapa, no dejan títere con cabeza. Diseccionas aquello que para nosotros en nuestra mente huidíza es una emoción sin nombre que se transforma en un intento de verso. Y bueno, esa mezcla de feminidad, de interpretación hacia la prosa por parte de pao, de mi apego por los temas fantásticos, de esa otra parte siempre quinceañeramente entregada que conoces de otra de mis personas y que dan por resultado un poema mal calibrado de nuestra parte. Así las cosas, y así tú siempre de entregada, muchas gracias por seguir siendo parte de lo que escribo amiga. Un abrazo para ti. O para vos, como decís.

 

Muchas gracias por tu visita, es de nuestro agrado saber que lo que escribimos pudo haberte provocado algo. Saludos.