"En la inocente Rana descubría a Dios y dormí con ella"

“En la inocente Rana descubrí a Dios y dormí con ella”


Milán es el laberinto donde Dios y Satán se encuentran en cada esquina
cada uno se presenta de acuerdo a sus artilugios: unos buenos y otros malos…
quien los puede distinguir: sólo el tiempo…
Es imposible sentir que una piel es diferente de otra

Lo único que recuerdo es que por las calles de la gran plaza de Milán fui mendigo
la mendicidad me hizo conocer el alma de las calles y el alma de los callejeros
imitando ser jiboso con mi pelo desgreñado y en mis manos un sombrero gritaba:
Per l’amore del Dio elemosina per favore aiuta per favore! Signore, Signora, Aiuta!

Y recibí hace mucho tiempo ayuda y la ayuda me llevó por todos los prostíbulos
conocí mujeres casi parturientas que se entregaban a Eros con todas sus fuerzas
jóvenes que querían conocer la potencia de un macho del Sur
y lolitas que se estrangulaban contra mi cuerpo fumadas para recibir placer.

Me robaron y me tomé todo lo que había en la mesa de los cafés más oscuros
besé todo lo que pude besar y toqué todo lo que pude tocar
y finalmente elegí lo que la Biblia desprecia: la ingenuidad de una rana…
con ella encontré paz y sosiego porque era fácil distinguir a Dios: estaba viva inocentemente viva…

Dedicado a mi amiga Stregoica.

Jorge V. Duizeide Braña

Buenos Aires, 19 de octubre de 2008

 

Vaya que buen relato poema y cuentas todas tus facetas y encontraste a Dios que no lo veias.Gusto amigo el leerte.Te dejo mi link para que igual me leas

http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-de-amor/175143-alquimia-transformacion-viva-el-amor.html