En sus garras, cual absorto Ganímedes

En sus garras, cual absorto Ganímedes te alejas,
partes ya a tu prometida tierra,
donde reinarás Oh magnánima Hera,
en tu reinado de mentira, orgullo y desolación

ya no pediré tu misericordia,
ya no lloraré tus recuerdos,
ya no me entregaré a las garras del mítico llanto,
ya no treparás por las pestañas de mis sueños

Vuela, mi escopeta no te detendrá,
al oír al aleteo de tu corazón,
pero ten claro que ese golpe certero
es el que tus ojos deseaban con ansias

Vete, acaso serás feliz un momento,
mas te has de desangrar al soñar nuestros recuerdos,
y doliente, reptarás por las falanges de mis medias

Y allí yo te he de pisotear,
como lo haces hoy con mi amor,
golpearé tus sienes con mi dolor
E incrustaré en tu tallo mi recuerdo

Alfonsina serás, mas en mediocre representación,
y en ese momento mi respiración
me abandonará como tú hoy me abandonas,
pues aquel día mis manos ya no tendrán pulso para enhebrar
los designios que mi psiquis les mandé,
y con una aguja, cruel en su talante,
daré fin a mis días

Solo será para perseguirte en los infiernos,
para procurarte una eterna crucifixión.

Para sentarme a tu lado y llorar juntos
el injusto pago que hace a un enamorado
el destino de la creación.

 

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Absorta me dejás con este grito de ira. Es como un tajo en el desierto.

Bienvenido, Compatriota.

 

absorto: el amor profundo no correspondido produce esa ira contenida. Escribir a veces sirve para dar esos cierres que necesitamos.
Fuerte poesía, llena de imágenes desgarradoras que se gritan.
Saludos.

 

Bueno gracias por lo comentarios elogiosos. Hay quienes profezan que cuando a un una respuesta modifica al emisor inicial la comunicación es válida y,ergo, el mensaje adecuado. Lamentablemente, acaso por cierta responsabilidad (hija de la soberbia) literaria, no comparto este sentir. SIn embargo debo agradecer una respuesta tan eximia a tan oporbioso poema (casi tan oprobioso como doloroso en el momento de su creación). AAdios y reitero las gracias