Ensueño bereber

que la flor sea el silencio
del ojo​

que la aguja
sea un hilo
de arena
dromedarios​

que llore la luna
en el rostro
de azules y campanas​

amanecerá
como siempre
y más allá nosotros
estaremos​

 

Propones cuatro imágenes imposibles, pero la imaginación es capaz de aceptar el reto de tu pluma y recrear el silencio del ojo, después nos propones el hilo y el dromedario y ahí me vino a la memoria aquella comparación cristiana según la cual es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos; la campana tañendo su bronce de madrugada bajo la luz azul de la luna hasta que llega el Sol y la mañana nos saluda. Cuatro imágenes, cuatro secuencias. Perfecto. Luis.

 

Psicodélica flor de la pupila, camello fluído como lágrima de campana que persigue su hespéride, anhelo del pastor que toca su caña pastoreándose a sí mismo. Gratísima siempre tu visita amigo. Abrazos y más abrazos.

 

Volverá el silencio en su fragancia
sobre el ápice azulado de la luna
cuando un poema de tinta blanca
se escriba en una página de nubes.

Un final exquisito, tan profundo que
ciertamente más allá estaremos.

estrellitas armoniosas.