Entre la espada y la pared

Las noches en las que el sufrimiento
y el miedo me ahogan con más fuerza,
te intuyo a mi lado.
Imagino que con tus brazos me proteges.
Y parece real. -¡Soy mucho menos de lo que mereces!-
También imagino la forma de tu cuerpo
dibujándose frente a mí, ocupando el otro lado de la cama.
Solo en momentos como este puedo dar rienda suelta a mis deseos.
Porque se que cuando nos volvamos a ver, seguiré
sin decirte lo que nunca te he dicho.

Noche tras noche nos encontramos.
-¡A veces diría que eres tú de verdad!-
Noche tras noche, para que yo olvide la
oscuridad que me aterra, nos abrazamos.
Lloro en tu hombro sin mediar palabra.
Y tú lo permites.
- O es mi imaginación la que te otorga tal bondad- .
Pero qué duro es el despertar, y ver que no ha ocurrido nada.
Ver que no has estado, que las lágrimas solo cayeron sobre la almohada.

Se que no te merezco.
Se que nunca estarás junto a mí.
Incluso se que nunca intentaré que lo estés.
Pero se que seguiré esperando que las noches me atormenten
para seguir viendo cada día ese boceto que mi mente dibujó de tí.

 

Hermoso poema, con la dulzura del dolor, estrellas para vos, besos.Patricia.

 

Gracias.
Nunca había mostrado nada en público y se agradece saber que a alguien le gusta lo que he escrito.

Saludos desde la bohemia.