Es tan difícil.

Es fácil sucumbir al dios Averno

o darse un mal revés contra la Nada,

vivir con la cabeza enajenada

por tanta soledad y tanto invierno.


Difícil entender al dios interno

que luce donde brilla la mirada

si miras de manera embadurnada

por tanta indignidad y tanto infierno.


Terrible no enfrentarse decidido

al mundo cuando ataca poderoso

con ganas de ultimar tu buen sentido…


Difícil escuchar al dios glorioso

que habita donde late tu latido

si sordo muere en ti lo más hermoso.

 

Tus sonetos me emocionan cada vez que los leo. Gracias por compartir tu arte. Un fuerte abrazo.

 

Muchísimas gracias, Babel. Emoción buscamos. A que sí? Otro abrazo fuerte para ti. Muy buen día!!!