Esa envidia que siento de la realidad

Esa envidia que siento de la realidad
es como el secreto que se convierte en olvido.
En momentos así, me extraño, me siento
lejos de mí.
Me lloro por tanta lejanía de
mí mismo cuando descubro toda la
podredumbre de la vida escondida que
todos llevamos dentro.
Me pregunto cuántos nudos me quedan por
deshacer en la garganta por no aprender a
gestionar mis emociones.

 

Esos momentos introspectivos a veces son necesarios para inducir al equilibrio emocional que en estos tiempos es fundamental.
Me gustó esta grata lectura, con muchas bases reflexivas
Saludos, mi estimado Asklepios, un abrazo grande

 

Gracias por tu visita y tu comentario. Un abrazo poético

 

Detenerse a veces es bueno,para revisar nuestros sentimientos ,
rectificar y aplaudirnos también es bueno...
Reflexivo tema. Aplausos