1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Esclavo de mis deseos

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Jorge Liberato, 26 de Septiembre de 2010. Respuestas: 0 | Visitas: 2382

  1. Jorge Liberato

    Jorge Liberato Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    20 de Julio de 2010
    Mensajes:
    46
    Me gusta recibidos:
    0
    El color de sus labios amedrenta mi espíritu de castidad. Su boca es la tentadora arma que usa para liberar mis excesos más profundos. Me incita, recorre mi pecho, escudriña el resto de mí. Que maldito dilema en que me envuelve su libidinoso juego. Más aún que a mis ojos desconcierta con su cuerpo criminal, pues su belleza es claramente un delito, un pecado más que mortal y más tentador que todas las tentaciones que hasta hoy me han tocado evadir. Y calmar la calma que le infunde a mi espíritu, a mi cuerpo; para no delatarme frente a sus ojos hechizantes y acariciadores, que buscan el punto más débil de mi fuerza que hoy se siente más debil que de costumbre. Ese ser que enmudece mi sano juicio, que me hace otorgar las armas, dejándome indefenso ante su infáme conjuro. Es tan incontenible la mansedumbre que me engendran sus ojos, que me ruegan por pecar y al mismo tiempo me alejan de mí. De lo que soy o busco ser, pretendo y quiero. Ya no sé quién soy. Entonces viene a mi mente el recuerdo del primer amor, y entonces, más repentinamente aún, ya no siento. Ya no creo ni pienso: ¡soy un simple animal! Un salvaje engendro dominado por sus impulsos. Echado al rodeo que me promete fruir durante la noche enturbiada, que me promete cambiar de mundo por un instante para no olvidarme de dónde vengo y por qué estoy aquí, en este segundo de imparable deceso. Por un instante consigo mi respuesta: yo soy... un esclavo más. Nada importa, nada cesa. Y cuando vuelvo a ser libre me pregunto: ¿será acaso esta la última vez? Entonces de un recodo inerte en la habitación, oigo una voz que me condena calmadamente: eso depende de tí, hombre ¿tienes más dinero? Recojo mis prendas, me las pongo y me largo, en busca de otra respuesta. Muy en el fondo sé; sin embargo, que la única respuesta que quisiera tener es: sí, tengo más dinero. Y así empieza de nuevo el ciclo, dónde busco un modo de ser feliz, de ser libre, y repentinamente acaba todo en una noche de placer. Vuelvo a ser un vagabundo, un esclavo pródigo sin paz, ni amor. No sé qué busco, ni a dónde voy. Ya no me preocupa el mundo, ni su gran estado de mierda. ¿Esto es felicidad? Qué más da, a fin de cuentas, se siente muy parecido...

    Jorge Liberato
     
    #1
    Última modificación: 26 de Septiembre de 2010

Comparte esta página