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Fuego y escombros, ceniza y polvo

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por farz2013, 30 de Septiembre de 2021. Respuestas: 0 | Visitas: 245

  1. farz2013

    farz2013 Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    21 de Junio de 2014
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    312
    Del látigo y el grito
    de los gemidos que piden perdón
    cansados de tanto frotarlos
    cerrar los ojos y pensar en alguien más
    porque no somos suficientes
    ni tú, ni yo;
    estamos de cuerpo presente
    pero el alma y el corazón
    aún permanecen ausentes
    más allá de la verdad,
    más allá de nuestro alcance;
    ven y lame mis heridas
    bésame y dame tu ser
    tenemos hasta amanecer
    todas estas sombras
    para armarlas y desarmarlas
    para unirlas y quebrarlas
    dejarlas en pedazos, rotas,
    como me rompiste el alma.

    La noche nos fluye por dentro
    me debes mucho por dar
    acompáñame a llorar
    porque estamos muertos,
    nacimos tan indefensos
    y nos ha cambiado el tiempo
    estamos tan enfermos
    contagiados de locura
    ansiosos por conocer
    si somos uno del otro;
    yo sólo quiero tu cuerpo
    algo para golpear,
    yo solo quiero tus pechos
    algo que me haga recordar
    lo que era la inocencia
    donde no tenía nada
    que perder o que ganar;
    deja que suba tu falda
    que baje por tus caderas
    deja que lama tus piernas
    que caiga de nuevo a tus pies,
    quiero jugar en la cama
    a marcar con fuego ardiente
    cada parte de tu piel,
    quiero quitar de tus hombros
    el peso de acarrear el alma
    dejar tan sólo
    fuego y escombros,
    porque eso soy
    ceniza y polvo
    tiempo perdido
    tan sólo un eco
    otro lamento
    un remolino
    que vuela al viento
    y cuando se ha ido
    no deja nada
    que recordar;
    nuestras soledades fueron el motivo
    ese deseo de sentirnos aún vivos
    a pesar de la rutina,
    nos fuimos acostumbrando
    a castigarnos
    sin decir una palabra,
    tan sólo con la mirada;
    sangre y caos
    es lo que queda a nuestro paso
    y por más que lo intentamos
    no podemos perdonar,
    nos sobran razones para continuar
    lastimándonos.
     
    #1
    A Maramin y Gustavo Cervantes les gusta esto.

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