Grito de cuervo nocturno

Grito de cuervo nocturno,
ojos de lechuza
y una almendra que sabor a encierro
engendra en mi boca.

Zapateo en el piso
y desprendo chispas de polvo
al aire fastidiando,
a la luz que quiere amarle.

Y dormido me hago para que no chiste,
sordo para que no grite,
cerrando más que mi encierro mi boca,
atando con viscerales cordones
el sabor a almendra rancia.

No son plumas negras.
Mis sombras son orquídeas.
Sus ojos trasnochadas luces de costanera no son,
son mis ideas que espían,
las chispas de polvo
que al aire fastidian,
y a la luz
que amarle quiere.

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