Había una vez...recordando a Jorge Luís Borges

Había una vez un reino muy lejano
un bosque misterioso inescrutable
un dragón, un lobo imperdonable
una niña, una cazador muy inhumano.
Un príncipe esclavo de imposibles
una madrastra despechada y envidiosa
un espejo, una manzana tenebrosa
una torre imperturbable e invisible.
Había una vez que en los combates
de piratas arruinados sin tesoros
enfrentaban católicos y moros
entre islas traidoras y cambiantes.
Una galleta grandísima y melosa
una enredadera sin entrenamiento de la Nasa
ignorando peso, velocidad, tiempo relativo y masa
fue a parar al laberinto de las indescifrables cosas.
La galleta intentó rescatarla presurosa
aplastó a su paso trenes, cabildos, veraniegas casas
cayó la lluvia entre ruinas quejumbrosas
robándose las piedras y los cuentos de la infancia.
Había una vez que los labios no alcanzaban
porque de tanto amor los besos no sabían
si acallar por timidez la precisa cobardía
o explotar en el cuerpo de bocas asustadas.
Hubo una vez un día vegetal en un navío
sin hechizo de manzanas me quedé dormida
soñé mil años de mi propia vida
me soñé vagando lineales extravíos.
Quise entre imágenes de humo despertarme en el vacío
para regresar al sueño donde me soñé dormida
deambule de tiempos rotundas horas desmedidas
¿cuántas veces tendré que dormir hasta el finito hastío?
desbordar la noche de infames desvaríos
abrir los ojos para soñarme no soñada
saberme en el retorno de historias impensadas
confundida entre clepsidras intocadas de rocío
empezar a construirme desde la orfandad del frío
bandera rota, guerra, promesa traicionada
retomarme plena de oscuridad iluminada
algo desértico y marino conviviendo en desafío
dioses y demonios extasiados de amoríos
cuento escrito con letras de asombro deformadas
verbo que su antojo pierde en los dados la jugada
amables tardes que esperamos sin saber que ya se han ido

 

Es un bonito poema, pero no creo que sea tu obra maestra, escribirás mejores poemas.