improvisando en el dia

Serán ustedes los humanos que, atentos, construirán un templo​

a las orillas de un río, perfectamente constituido
por las sirenas del dolor; rasgaba las heridas a gritos desesperados,
observe plenamente las divergencias del destino, símiles a los paraísos, malditos,
de esta vaga agonía que clama la libertad.

Con sus ojos irán danzando sobre estas letras,
nada ya quita en el vano estruendo, aún respiran ensoñados,
posibles verdades que nacerán del tibio creador en vigilia.

(Estuve en el mismo lugar; lamentablemente sus pasos siguieron el asar.)
¿Qué hay de los reinos y mares, los abismos de la oscuridad, imperios destruidos, la noche que luce igual, alguien estorbando mi paso como si la muerte desearía su sombra, libertades poéticas de MundoPoesia?

Aclara el fuego de mi voz en solemne despedida, arderán las palabras mudas; Dirán que jamás han sido juzgadas, para regresar como incesantes diablillos en busca de su fe.
La esperaba, porque traía en su corazón al mundo,
debí resignarme a las horas tortuosas, fallecen en este día. ¿Quieren emprender a su salvación, disputando en las lejanías verbales del sufrir, la gloria obtendrán más su paz liberarán?

Serán ustedes los humanos que, disfrazados, destruirán el templo,
la esperanza proviene en lienzo que espera, y la maldad a sus pasos
se llevará estos cuentos.
¿Olvidarán?
Que hoy han levantado con astucia sus cuerpos descansados,
procurarán las estrellas, junto con ellos, que han olvidado
por completo este cuento en sus mentes.​