Inercia.

Un recuerdo antiguo eclipsado por siglos, por un
segundo esperando una respuesta real, incógnitas
que persuaden al ignorante, esquinas de luz donde
perdimos la noción.

Dejémonos llevar por el encanto de ineptos,
incongruencias que limitan muros de fe, el espacio
vital se reduce, caminen entre rocas de fuego,
pasemos inadvertidos del peligro, no me quieras
contigo, déjame.

Un sentir donde no habita lo especial, no se atrevan
a rememorar lo que nunca sucedió, la rabia enardece
cimientos, nubes de sal, martirizan especies, su rugido
gutural prevalecerá.

De manera fortuita, adentrence en el Equinoccio,
sutilmente provoquemonos dolor, obliguemos al
tiempo a esperar, desestabilicemos el aura, rompamos
el karma, reivindiquemos el minuto perenne.

Apoderemonos de lo inexplicable, que aquellos los cohíba
la ansiedad, inyectemonos improperios devoradores,
renaceremos en nuevo ser.​