Insomnio.

El sueño es complementario en el ser humano es nuestra manera de reposar de un día ajetreado y descansar, muchos acostumbramos dormir en exceso y no niego que la sensación de quietud es deliciosa, pero y que pasaría si a causa de algún sentimiento perdemos la capacidad de dormir, es algo que no le recomiendo querido lector, puesto que la fija inmovilidad del sentido de tiempo es terrible y la eterna consciencia puede enloquecer a cualquiera, durante el insomnio tenemos tendencia a pensar, a recordar y a añorar tiempos que ya no están aquí, de todas maneras si es una enfermedad su cura tendrá, el insomnio es una muerte en vida pero siempre habrá una muerte superior.

Al llegar la noche mientras despierto convoco tu recuerdo con éxito y se ilumina junto a la oscuridad con añoranzas desesperadas, pasando horas y horas en vela hasta el amanecer pensándote.
Y paso a paso rodeado de mis miedos nocturnos mientras quisiera llorar por la tristeza de no estar contigo pero suplo el llanto por la furia y maldigo al destino y demás deidades injustas por no concederme tu presencia junto a mí.
Rodeado de fantasmas que me susurran tu nombre en las tinieblas de mil maneras, taladrando en mi mente dolorosamente tu recuerdo, mis momentos felices a tu lado y la paz que me diste tratan de curarme estas heridas nocturnas, pero aun sigo envenenado por la soledad y tu ausencia.
Y el silencio de la noche se rompe con mis suspiros y mis pensamientos en voz alta, mientras mis heridas abiertas sangran de nuevo pierdo el sueño el insomnio me abraza fuerte en noches eternas entre vapores de fantasías truncas.
Cuerpo, mente y espíritu ligados en mutuo sufrimiento lejos de tu presencia en la crucifixión de mis sentidos condenado al dolor eterno de no tenerte y a la reivindicación de amarte y ser amado.
Y en cada noche de insomnio levanto mis plegarias al Dios que este en turno y le pido que te deje bajar del cielo en donde estas y vengas a mi infierno a hacerme compañía porque muero noche a noche de extrañarte mientras la locura me hunde las garras y no tengo garantía de escapar de la realidad que cada día se aleja más de mi.
Aterrado de la idea que me hayas enterrado en el olvido, que no pienses en mí como yo lo hago, pierdo el sueño consumido en la incertidumbre de no estar en tu pensamiento como yo te tengo a ti, y cada noche que pasa el ángel de la muerte me acaricia y me dice tranquilo tan solo haz tiempo ya pronto dormirás para siempre junto al recuerdo.
No temas no hay insomnio que dure mil años ni cuerpo que los aguante.