instante fugaz de valentía

Leyendo fragmentos de mis poemas abandonados,
Trozos de constelaciones olvidados en el pasado,
Palabras sencillas capaces de desgarrar el tiempo,
Que viajan por todo el universo,
Buscando un sentimiento.

No fue suficiente llenar el océano de agua,
No fueron suficientes los versos que escribí
Todos eran gotas de agua y eran para ti,
Ahora se leen en lo profundo de la mar
Y no tienen fin.

Quiero retornar al principio, ha aquella luz,
No sé cuantas estrellas tuvieron que estallar,
Para que a ti,
En un instante,
Tu alrededor brillara, tan simple y sutil.
Cuantos ríos perdieron su cauce,
Para que millones de gotas diminutas,
Crearan en un minuto,
Un universo de luz,
A todos tus lados.

Deseo recordar, si era de día o era de noche,
Porque en aquel instante tú mirada,
Le quito sentido al mundo
Mis pensamientos distraídos, chocaron en el borde del infinito,
Olvidando todo,
Todo lo que era preciso.

Fluir lento del agua,
Movimiento suave del viento,
Flores distraídas de verano,
Sombra de los árboles llenas de hojas,
Briza apacible y refrescante,
No sabes cómo, amaba todo esto
A la primera estrella que brillaba en la noche,
A la niebla que se deshace en una montaña,
Al primer rayo de sol en la mañana,
A la luna cuando se siente inmortal en el cielo.
Pero
En el momento que mi razón entorpeció,

Comencé a imaginarte como el agua en calma,
Mis dedos creando ondas por tu superficie.
humedeciendo lo mas profundo de mi alma.

Me sentía como un viento nervioso,
Incapaz de enredarte en tu cabellera de oro.

Toda flor que encontraba en mi caminar,
Deseaba róbala para ti cuando estuviera distraída.
o cuando la noche cayera opaca y diluida.

Cuando trataba de escapar de todo esto
Buscando refugio en la sombra de los árboles,
Haciendo que las hojas volaran,
Impulsadas inútilmente por mis pies,
No era suficiente para sacarte de mi cabeza,
Es más, cuando te creía cerca
Sentía desvanecerse el océano en mi rostro,
asustado porque tú lo mirabas.

Cuando comprendí mis sentimientos,
Fuiste la única estrella que en mi vida brillo,
Deshaciendo aquella niebla de incertidumbre,
Que en mi montañosa alma habitaba.

Ahora para que tú me comprendieras,
Necesitaba quitarle vida a la luna
O robarme un rayo del sol,
O simplemente y no imposible
Un instante fugaz de valentía.