Jai y Betito en el paraíso perdido perder el paraíso

Jai y Betito no siempre van a ser
los reyes de lo estrambótico
amos de Frikilandia,
ni van a ir a Antártida
a vender neveras a los pingüinos.

Saben que los días son atómicos
y el paraíso se pierde tan pronto
cuando avanzan por el camino
de baldosas amarillos sintéticas
tras ellos deshaciéndose
todo el polvo del mundo
en un enjambre de abejas.

Paraíso perdido que se recupera
respirando en la estratosfera
y poco más allá en la Luna
dándole oxígeno y dióxido de carbono,
tomando el destino por las manos
directamente desde la prehistoria
de todo las predicciones y agorerías,
no hay embelecio para ellos
tienen el ojo que todo lo ve,
más aventuras que los hagan reales sucederán.

 

Hay un paraíso que me gustaría recuperar
se le lee y aprecia, besos de fresa en la distancia